Todo lo que disfruto hoy en dia, es fruto de una buena eleccion.

Todo comienza el día que me fijé en Brenda... muchas veces la ví, pero no pensaba que podía ser para mí. Nuestra relación empieza con una amistad, se torna atracción, se convierte en Amor.
Hoy pienso, pero si era una niña, que abusador fui, éramos jóvenes, con muchas cosas afines, sobre todo en la formación, que para mi es lo mas importante, porque se basaba en principios familiares y morales definidos.
Hijos de dos familias amigas pero no necesariamente iguales, con diferencias en comportamiento, pero con una Fe y unión en torno a sus creencias.
Esa aventura de jóvenes, supero las adversidades, el tiempo, y fue madurando.
Durante diez años, fuimos creciendo juntos hasta que llegara el momento apropiado para el próximo paso. Nuestra Boda. No hubo un compromiso formal, ni fiestas ni siquiera anillo de compromiso, fue a los diez años de casados que le entregue esa prenda en señal de que nuestro compromiso contraído como pareja, trascendería el tiempo y las adversidades.
Nuestra Boda, preciosa tal y como fue planeada, pero no sabia yo en ese momento el alcance de las palabras que iríamos a pronunciar en el consentimiento del sacramento del Matrimonio Católico.
Ambos Juramos:

Yo, Miguel, te acepto a ti Brenda como esposa,
Prometo serte fiel, en las alegrías y las penas,
En la salud y la enfermedad, y así amarte, respetarte y acompañarte todo los días de mi vida. Hasta que la muerte nos separe.

Así también lo juro ella.

Estas palabras que muchas veces son repetidas, por ser parte de acto de la Boda, implican un gran compromiso:
La única promesa que se hace al momento del consentimiento en el matrimonio, es “Que seremos Fiel a nuestra Pareja”. No, que trataríamos de ser fieles.
Esta es una decisión de extrema importancia porque de ella depende la Felicidad conyugal. Como pareja hemos procurado ser felices y en eso la Fidelidad ha sido lo primordial. Hemos dicho siempre que "Se puede ser feliz y Fiel en el matrimonio".

Cuando digo: Lo que disfruto hoy ha sido por una buena elección, me refiero a la gran mujer que me ha acompañado, que ha cumplido a cabalidad ese juramento que también hizo, una persona que me ha hecho feliz, todos estos 19 años de casados y 10 de noviazgo, que ha sido fiel y ha estado conmigo, en las alegrías y las penas, en la salud y la enfermedad, y nunca pensé la importancia de esa compañía amorosa en los momentos de falta de salud, nunca imagine que pasaría por esta situación.
El papel jugado por ella es insuperable, toda esa angustia, desesperación, incertidumbre, por suerte siempre estuvo acompañada por nuestros hermanos y amigos, que no la dejaron sola.
Algo muy importante que ha cambiado totalmente mi vida fue lo que relato a continuación:
Cuando vine a Houston a la primera cirugía, deje establecido en el hospital, que no quería que se me aplicara la resucitación mecánica, que si algo fallara, no me mantuvieran vivo, por medio de aparatos, y dije esto pensando que seria injusto de mi parte, mantener toda una familia en incertidumbre, fuera del país, bajo una situación incontrolable, ese era mi parecer.

Al la situación complicarse como sucedió, y al haberme prácticamente desahuciado, Brenda tomo la valiente decisión de mantenerme conectado y de intentar con el dispositivo de asistencia ventricular, que me ha mantenido con vida, y dio la oportunidad de una recuperación “Milagrosa” en calidad y en tiempo.
Esta fue una valiente decisión, la de arriesgarse a la incertidumbre, no rendirse, todo por amor.
Por eso puedo asegurar, que mi vida es obra del Amor. Del amor de Dios, del Amor de Brenda, del Amor de mis hijas, del Amor de todos los que han y siguen orando por mi salud.
El Amor me mantiene vivo y reafirma mi Fe.

Gracias Señor por permitirme disfrutar de tanto Amor.
“Jesús en ti confío”