Parroquia Santisima Trinidad

Ante todo quisiera dar infinitas gracias a nuestro Senor, por permitirme una segunda oportunidad de vida, y por la alegria que me embarga al poder estar con ustedes hoy aqui. No saben ustedes la emocion que siento en estos momentos, es como ver realizarse un imposible, un sueno que he tenido de poder agradecerle a esta gran comunidad de Santisima Trinidad todo el apoyo en oraciones, carino y amor, que en estos casi tres anos nos han brindado. Y que gran honor poder hacerlo un dia tan importante para nosotros, una fecha de renacimiento de nuestras vidas, y de la institucion parroquial. El dia de Pentecostes. Cuando partimos hacia Houston Cargados de Fe y esperanza de que seria sometido a un procedimiento teoricamente sencillo, no pasaba por mi mente la posibilidad de encontrarme de frente a tal adversidad, era una persona que creyo tener todo lo necesario para ser feliz, que un dia despierta sin darse cuenta que el mundo que habia creado para sustentar mi vida habia desaparecido, no contaba con salud, sin mi famila, y no podia regresar a mi pais, a darle el sustento a mis hijas, con escasa posibilidad de vivir. Y aqui reconozco que no solo ha ocurrido un milagro, sino que me doy cuenta que la Fe me ha permitido darme cuenta de todos los milagros que han sucedido a nuestro aldedor. Debo hoy justamente reconocer, que en cierta forma fuimos recibiendo en nuestras vidas una formacion, que fue llenandonos de herramientas que hoy hemos tenido que utilizar, y fue aqui en Santisima Trinidad, bajo los lineamientos de nuestro Padre Esquivel, que adquirimos estas herramientas, un retiro de Emaus, que nos introduce al esquema de comunidad, trabajar en los cursillos prematrimoniales donde ensenabamos, que habia que mantenerse fiel y unidos en las alegrias y las penas, en la salud y la enfermedad, amarse y respetarse hasta que la muerte nos separe. Y fue la Fe de Brenda mi fiel companera, y la intersecion de todos ustedes, que permitio que mi recuperacion trascendiera la parte cientifica y medica. Cuando la ciencia no podia, sus oraciones se convirtieron en un milagro. Hoy me encuentro con todos ustedes, para reconocerles como una parte muy importante en mi recuperacion,quiero decirles que todas sus oraciones me llenaban de fuerza para seguir, que todos los mensajes que recibia, incluso de muchos que no sabian quien era yo, y que hoy los siento como parte de mi entorno mas intimo. Les doy las gracias porque una vez mas me han hecho sentir como el projimo de los mandamientos y ustedes han sido fiel a la palabra al amarme como a ustedes mismo, las medicinas mejoran pero sus oraciones curan al mas grave de los enfermos. Miguel Arbaje