Busca lo mejor de las cosas...

Digo esto porque yo tenía una tendencia a buscar los errores, pensaba donde estaba el truco o engaño, o me dejaba llevar de lo que aparentaba las cosas.
Mi percepción ha cambiado, y he tenido la oportunidad de reversar algunas de esas ideas.
Una de ellas en la que recién acabamos de pasar, es la discutida fiesta de Halloween, que si bien es muy cierto de tiene unos orígenes no muy claros y que el significado católico lo aleja de nuestras creencias, hay que sacar lo mejor de una tradición, en que nunca había participado y por encontrarme en los Estados Unidos, he tenido la oportunidad de verlo en otra dimensión.
¿Que vi en esa festividad que al parecer es de gran trascendencia en este país?
Un gran compartir, padres con hijos, niños de todas las edades recorriendo las calles, visitando a los vecinos quienes se toman la molestia de preparar funditas con dulces variados, decoran las casas y jardines, y muchas familias esperan la llegada de esos pequeños disfrazados de todo tipo de cosa, fruto de la imaginación y creatividad.
Es una oportunidad de conocer al vecino de al lado a quien por el afán de la vida, no les ponemos caso, es una forma de alegrarse la vida, viendo a los niños correr de casa en casa, de asustarse con alguna fea mascara, de ver la cara alegre con sus canastas de chocolates y caramelos, pero mas disfrutaban los padres y los amigos, hasta a mi me toco improvisar y disfrazarme para no desentonar, porque para que luchar contra la corriente, si podemos transformar las cosas en nuestro provecho. Que diferencia puede tener esto con nuestro eterno carnaval, con sus diablos cojuelos y coloridas comparsas.
Lo importante es que tanto nosotros como nuestros hijos tengan momentos de alegría y felicidad, y sobre todo darle un poco de tiempo a ese amigo que tienes mucho que no ves, y por que no hacer nuevas amistades.
En síntesis, hay que disfrutar la vida de la manera más sana e intensa que podamos, hay que transformar a nuestro favor las cosas del mundo, y no dejarse arropar del consumismo. Sin llegar a confundir los verdaderos valores de la vida, no idolatrar falsas creencias. Mas dañinas pueden ser las lecturas de cartas y adivinar el futuro, horóscopo y otras cosas que se hacen como juego inocente pero pueden afectar nuestras verdaderas creencias.