Definitivamente, hoy me siento más inspirado a escribir, que un periodista ante un suceso, pero es que he despertado por tres días consecutivos, en donde he visto la naturaleza resplandecer en su máxima expresión.
Reportando desde Houston:
Un cielo azul celeste que se muestra imponente, donde no aparece ninguna nube, ese cielo tan claro y limpio que pienso que se podría alcanzar ver a Dios.
Que maravilla de clima, un sol resplandeciente brindando su luz y calor, en donde se entre mezcla el calor con el frío y su resultado es un ambiente totalmente agradable.
Que bendición poder ver las flores que quedan en el jardín reducto de la estación, ver las hojas tornarse amarillentas y algunas caer con gracia, por un otoño que avanza, las tortugas en el lago, las ardillas correteando en el verdor del patio, los pájaros en el cielo vuelan con una completa libertad, toda una maravilla de la creación.
No hay brisa soplando, veo la bandera americana con sus rayas y estrellas, ondear con majestuosa libertad. Hay! cuanto quisiera yo poder ver la bandera Dominicana ondear con esa independencia, libre de las ataduras económicas que nos envuelve la política y las naciones extranjeras. Una bandera que ondee con la brisa de la honestidad, soplada por todos los valientes dominicanos que día a día luchamos para vivir.
Estos han sido días para recordar, gracias Señor por permitirme vivirlos, cuanto amor recibimos de todos ustedes, han sido días difíciles, los cumpleaños de nuestras hijas Nicole y Paola, no poder estar ahí junto a ellas, pero a la vez sentirlas tan cerca, siento acariciarlas, el primer aniversario del fallecimiento de Dona Amarillys la mama de Brenda, el cual el Señor nos permitió conmemorarlo de la mejor manera, tal como ella lo hubiese deseado, con un rosario a la Virgen de Fátima, acompañados por magníficas personas a quienes no necesariamente conocíamos, pero que hoy forman parte íntima de nosotros, hemos sentido de cerca ese amor, un amor sincero brindado desinteresadamente, el mismo amor que nos brinda la madre de Dios a través de ellas, Valdir junto a los Heraldos del Evangelio, el Padre Manuel, y todo ese conjunto de damas que tratan de hacer la diferencia cada día, dando amor al prójimo y cultivando su Fe.
Indudablemente se sentía la compañía de Dona Amarillys, junto a la virgen, y un aroma exquisito con una esencia celestial.
Hoy pienso, para que nos preocupamos tanto por la predicción del clima? si no lo disfrutamos o siempre nos quejamos, porque si vemos, en el calor hay belleza, en la lluvia un encanto, y todo se vuelve relativo según lo veamos, eso es lo que nos hace buscar o querer disfrutar lo que no tenemos, como la nieve en verano, o ir a esquiar en las nevadas montanas de Vermont o Colorado, los turistas que buscan nuestras playa y el sol escapando del duro invierno, ese escape se disfruta, pero en nuestra vida hay cosas de las que no podemos escapar, que no podemos cambiar, pero sin embargo son dignas de ser disfrutadas y vividas.
A veces tengo miedo de enfrentarme con mi yo pasado, con el que quería hacer de todo y al final no hacia nada, con la inconformidad de las situaciones que no podía manejar.
Esto es algo que le pido a Dios no me permita cambiar, que esta oportunidad de vida, sea para mí un cambio total, que borre de mí las ansiedades, las ambiciones, y sobre todo la poca Fe.
Yo soy un hombre de metas, satisfecho por haberlas cumplido casi a su totalidad, feliz con todo lo que tenía y más feliz con lo que tengo ahora, pero veo y me cuestiono ¿Quién escribe estas palabras?
¿Por qué no puedo dejar de decirlas?
Es que quiero proclamar a los cuatro vientos que se puede ser feliz, a pesar de la adversidad, que se que mi caso aunque sea lo mas grande para mi y los míos, no es lo peor, que tengo la dicha de sentirme sano, de sentirme acompañado siempre, de sentirme amado, una alegría que no se puede comprar, un gozo que aligera mi cruz, que siento a tantos que se tornan en cirineos y me ayudan a sostenerla ,y tu ¿Te has dado cuenta de lo que pesa tu cruz?, o simplemente te has puesto más fuerte para poder soportarla sin esfuerzo. No camines solo, busca el apoyo, que entre muchos la carga es menor. No pierdas tiempo lamentándote por el peso, busca dar y recibir Amor, eso hace el camino más corto y el peso más ligero.